Es el primer disco juntas  de las destacadas pianistas, cantantes y compositoras venezolanas,  Prisca y Marieva Dávila, donde interpretan a piano solo y a 4 manos temas de su autoría y  venezolanos. Las hermanas Dávila, desarrollan un lenguaje musical que fusiona el jazz, el flamenco y la música venezolana. El disco cuenta con la participación especial del cantaor y percusionista, Goyo Reyna y el saxofonista y flautista, Eduardo Dávila, padre de las artistas. 

Premio Pepsi Music 2015 «Mejor disco» de música clásica